Consuelo de Dios

Entrégame Todo

Permíteme que sea yo tu fortaleza,
para confortarte y consolarte.
No busques esto del hombre
puesto que vine para que sepas
de Mi amor por tí.
Nunca te dejaré ni te abandonaré.
Cree esto con todo tu corazón.
Dame tus dolencias, y tus tristezas y
los pensamientos que te atormentan.
Dámelos todos a Mí
y Yo te daré paz.

Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente;
porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré. De tal manera que
digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador;
no temeré Lo que me hará el hombre.
(Hebreos 13:5,6)